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La batalla de Figodorets (Figodorets Battle en ikernés y Фигудоретсь Битва en enolés) fue uno de los últimos enfrentamientos militares de la Sexta Guerra Mundial, que la Alidaim ya tenía prácticamente ganada en todos los frentes. Tuvo lugar en la mañana del cintiday 17 de ingridiano del año 6, cerca del pueblo enolés de Figodorets.

El enfrentamiento se considera generalmente como un tremendo error táctico del Reino de Johnny, cuyo alto mando no poseía la experiencia suficiente en guerras a escala global y no tenía una eficiente infraestructura de comunicaciones con el frente.

Los soldados de la República de Enol y de la República de David -entonces Unión Eiapisa- venían de ganar la Batalla de Republic City contra las tropas del Imperio de Manuel, cuyo ejército quedó totalmente destruido. Pero el alto mando jonyano no recibió el mensaje de la derrota manuelina[1], o lo interpretó mal[2], y no dio orden de retirada a su ejército. Probablemente los generales al mando hicieron caso omiso al aviso o creyeron que se trataba de una broma. Además, el general jonyano Mike Orbison, al ser preguntado por el Alto Mando acerca de un posible repliegue, se negó en redondo y afirmó que él iba a ayudar a su aliado manuelino.

El resultado de la batalla no dejó lugar a dudas. Los satélites federales habían captado el movimiento que el ejército jonyano seguía en línea recta y los ejércitos que iban camino a tomar Ma-de-Cappe se limitaron a cercar a su enemigo por los flancos y por delante. Los jonyanos, que no se esperaban el ataque, perdieron la práctica totalidad de sus soldados resultando capturados o desaparecidos todos los demás. Figodorets es, hasta la fecha, la única batalla de la historia en la que no se registró un solo soldado huido del bando perdedor. El Reino de Johnny, amenazado por la Alidaim y sin ejército ni recursos para reconstruirlo, se vio obligado a claudicar a las 16:06.

Antecedentes

Artículo principal: Sexta Guerra Mundial.

El día 12 de ingridiano del año 6 estallaba la previsible Sexta Guerra Mundial, tras las amenazas de la Acomu (actual ONLC) a la Alidaim y a sus estados miembros. El Imperio de Manuel movilizó rápidamente su gran ejército hacia el sur para sorprender a la República de Enol, mientras que el Reino de Jesús y el Reino de Izan hacían lo propio con sus estados vecinos enemigos.

Al día siguiente, la Primera División del Ejército Federal llega a la República de Enol con el objetivo de ayudar a los enoleses a recuperar el control sobre la zona de Republic City, que había sido capturada por los manuelinos. El Ejército Enolés se había puesto ya en marcha hacia el norte, así que los irikenses hubieron de acelerar para alcanzar a sus aliados. Así, el ejército, de 687.740 soldados -una cifra enorme para la fecha- quedó ordenado con los enoleses en la punta y los irikenses y todo su armamento pesado -tanques, bombardas modernas (primeros modelos de bazookas) y carros de combate ligeros- en la parte posterior de la formación.

El gran ejército aliado no tuvo problemas para superar al grueso del Ejército Manuelino el día 15 en la Batalla de Republic City, que dada la resistencia manuelina terminó ya a la tarde del día 16. Esta fue la mayor batalla de la guerra y la que más pérdidas supuso, ya que los enoleses perdieron a 165.708 de sus soldados, más de la mitad de sus efectivos, y los irikenses a 121.666 de sus hombres. Pero la victoria fue un hecho; los manuelinos perdieron más de 300.000 soldados.

Su triunfo reforzó la moral a los soldados de los dos estados aliados, que continuaron su avance hacia el norte con el objetivo de conquistar Ma-de-Cappe, la capital manuelina.

En el Reino de Johnny

El Reino de Johnny había declarado la guerra a la Alidaim el día 12, pero no había intervenido con tropas aún en la contienda; se había limitado a enviar material militar e información a sus aliados manuelinos. El día 14, el Alto Mando Jonyano ordena al ejército ponerse en marcha. Mientras que un contingente de casi 160.000 soldados se dirigiría hacia el sur para ayudar al Imperio de Manuel a defenderse del contraataque enolés, unos 25.000 soldados fueron desplazados para atacar el Protectorado Ikernés -actual territorio enolés-. El protectorado resistió el empuje del reducido ejército jonyano y estableció un frente de batalla, lo que significó una gran pérdida estratégica para la Acomu ya que hubiera podido rodear a la República de Enol.

El grueso del ejército del RJO se dirigía hacia el sur a una velocidad lenta pues llevaban una gran cantidad de equipos militares pesados, más de los que eran capaces de portar armados, con el objetivo de equipar mejor al ejército manuelino.

Pero pese a que a las 15:00 del día 16 el Imperio de Manuel -según la CEINAGE- envió un mensaje con el resultado desastroso de la batalla de Republic City, el Alto Mando jonyano nunca ordenó dar la vuelta a su ejército. Además, el mismo día 16 a las 17:44, el Ejército Jonyano cogió la carretera que unía Ma-de-Cappe con la frontera enolesa. Caminaban así en línea recta hacia un ejército enemigo de más de 400.000 efectivos.

La batalla

El ejército jonyano portaba en su retaguardia una enorme cantidad de material militar pesado. Bombardas modernas, camiones que remolcaban carros de combate, tanques remolcando tanquetas ligeras, carros militares acondicionados para el transporte de armas... De los 159.382 soldados con los que contaba, el Ejército Federal calculó que solamente 95.000 estaban adecuadamente armados para entrar en un combate inminente. Además el enfrentamiento pilló al ejército jonyano por sorpresa, por lo que los soldados que sí estaban preparados para el combate no estaban siquiera en formación.

Los soldados enoleses recibieron la orden directa del Presidente Enol de dividirse en dos largas alas que rodearían a los enemigos. Los irikenses irían detrás, junto a las unidades mejor preparadas del ejército enolés. El plan no era otro que no dejar cabida a una posible huida.

A las 12:15, el ejército jonyano llegó a las afueras de la pequeña ciudad de Figodorets, que estaba prácticamente desierta. Los enoleses la habían evacuado para no causar bajas civiles, lo que hizo empezar a sospechar a Mike Orbison de que podría ser una emboscada. Cuando iba a lanzar el aviso y preparar un posible repliegue, recibió un impacto de un francotirador enolés que dejó al ejército jonyano sin comandante.

Una emboscada traicionera

El ejército jonyano empezó a darse cuenta de la trampa en la que habían caído justo antes de empezar a recibir impactos de misiles y fuego de ametralladoras por la parte frontal de su formación. Los jonyanos intentaron reorganizarse y preparar un contraataque, así que las tropas armadas comenzaron a moverse hacia la parte anterior del ejército para plantar batalla. En ese momento, los soldados enoleses cerraron los flancos y atacaron con artillería ligera a los carros de combate desarmados -pero llenos de combustible- del Reino de Johnny, que provocaron una explosión que mató a centenares de soldados de ambos bandos. Las pérdidas del ejército jonyano fueron muy superiores, quizá de varios miles de muertos. Los jonyanos comenzaron a ceder ante la superioridad irikense en el centro de la batalla, así que hacia las 14:50 empezaron a retroceder. El fuego era intenso por los flancos también, así que los soldados del RJO optaron por retirarse hacia el sur.

La retirada imposible

Pero para cuando los soldados jonyanos quisieron empezar a huir, los irikenses habían alcanzado la cobertura a los enoleses por los flancos y estos cerraron la vía de escape trasera, por lo que los jonyanos se vieron obligados a volver a replegar sus tropas hacia el centro de la batalla. Los irikenses terminaron de rodear a su enemigo, y el General David ordenó que se intentase la rendición del enemigo sin provocar más muertes de las necesarias. Los soldados jonyanos siguieron luchando hasta las 15:45, pero la derrota era evidente. Solamente 321 jonyanos sobrevivieron a la batalla; todos ellos fueron capturados y mandados a Enolva. Allí fueron juzgados y condenados entre todos a casi nueve mil años de prisión. La mayoría fueron liberados por el Gobierno Enolés al inicio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el Reino de Johnny.

Consecuencias

En la República de Enol

En la REN, la Batalla de Figodorets se vivió como una victoria frente a una fuerza inferior que se consideró que había sido engañada por sus altos mandos. El cadáver de Mike Orbison fue enterrado en el cementerio de Figodorets, y aún a día de hoy el Reino de Johnny no ha pedido su exhumación y traslado al país.

El Ejército Enolés, con ayuda del irikense, tomó Ma-de-Cappe a las 21:23 de esa noche. La guerra en el frente norte había terminado.

En el Reino de Johnny

La derrota de Figodorets se encajó como un golpe bajo entre la población jonyana. Viendo lo que se les venía encima, el Gobierno Jonyano claudicó ante la Alidaim a las 16:06, pero fue insuficiente. Centenares de miles de personas salieron a la calle pidiendo la dimisión del gobierno y del alto mando militar, que finalmente se concretó una semana después de la salida del RJO de la guerra.

El país acordó con la Alidaim el no enviar material militar a la Acomu y a la posterior ONLC a cambio de mantener su integridad territorial, siendo el único país miembro de la alianza manuelina -junto al Reino de Izan- que no perdió territorios tras la contienda.

Legado

En la villa enolesa de Figodorets hay un altar en bronce y acero que conmemora la batalla. Han sido rodadas varias películas acerca de la batalla, siendo la jonyana El día de la Patria una de las mejores películas militares de la historia y la película más recaudadora en la historia del RJO.

Referencias

  1. Es una hipótesis poco probable, pues la CEINAGE registró un envío de datos del Imperio de Manuel al Reino de Johnny poco después de la Batalla de Republic City.
  2. Es la opción más probable.

Véase también

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